domingo, 26 de julio de 2009

365 sueños

A los siete años de edad llegué a la República Dominicana, desde Taiwan. Llevaron a mi familia a un restaurante de comida china llamado “Fortuna”. A esa edad y sin entender español, me era sumamente difícil captar el significado de la palabra “fortuna”... Hace poco, en una calle de Manhattan, alguien me alegaba: “¡Eres muy afortunado!”. Con mi habitual sonrisa le respondí: “Tienes razón”. Soy muy afortunado de haber visto con mis ojos achinados, a lo largo de mi vida, incontables maravillas. Cuando me acuerdo de ellas, algún líquido entrometido se quiere asomar en mi mirada. Es que, en mi memoria de desmemoriado, almaceno entrañablemente escenas que, cual instantáneas, asumen la facultad de espolearme cuando las evoco. Momentos enmarcables en donde el Viento ha soplado a mi favor:

● He saboreado la vista panorámica de Asís desde la torre de la Rocca Maggiore, con el viento golpeándome el rostro y la sangre.
● He visto las nieves sempiternas cubriendo Los Alpes en pleno verano.
● He descubierto que, en San Diego, las cacas de las focas y los cormoranes producen un blanco estercolado que, en la puesta del Sol, es tan espectacular como un lienzo de Dalí en el MoMA.
● He explotado de saltos y alegría con los jóvenes de Cotzalcoalcos, incluyendo a sus seminaristas.
● He banqueteado a Cristo en una Pascua inolvidable en El Escorial, el palacio de Felipe II.
● He dado la vuelta al diamante junto a una avalancha juvenil en los estadios de Culiacán y Navojoa.
● He visto al Sol brincando con aspiraciones de danzante en La Vega.
● He saboreado las hormigas culonas de Bucaramanga, el gourmet africano, el té de rosas con perlas y hasta el taco de cabeza.
● He tomado las manos a los pandilleros para orar con ellos en sus callejuelas y en sus casas, junto a sus familias.
● Desde su cumbre principal, he contemplado la isla completa de Aruba y hasta la costa brumosa de Venezuela.
● He palpado la corteza de los árboles más grandes del mundo en el Sequoya National Park, y he olido, visto, oído y catado las bellezas del Yosemite Park, con hermano oso y hermano coyote.
● He paseado por el Canal de Panamá con sus esclusas, sin excusas.
● A pesar del vértigo, me he lanzado en canopi en una tupida jungla de Costa Rica.
● He reverenciado al volcán Arenal con sus azufres y aguas térmicas.
● He admirado un esqueleto de dinosaurio hecho con un papel plegado, sin cortes, en el club de origami de París.
● Me he encaramado en el Empire State, en la torre Eiffel y el campanario de San Marco para acechar la vida.
● He recorrido los canales de Venecia y las ruinas de Pompeya y Paestum y Agrigento, recordando a sus amantes.
● He paseado con Dios por los boulevares parisinos, incluyendo sus espeluznantes catacumbas y los jardines de Luxemburgo y la pagana Pigalle y los Champs Elysees, cantando: "¿Para qué me sirve ganar el mundo entero si te pierdo a ti?".
● He compartido picnic en Central Park y Dios se sentó como uno más, como pasó en el otro picnic con un trotamundos sin casa en Rivortorto.
● Me he sentado a aprender de los “sin techo” en Nueva York, en Madrid, en Santo Domingo y en Castellón.
● Me ha cautivado la belleza de los templos budistas en Taiwan, con sus interminables mantras de fondo.
● Dos ángeles borrachos, al menos, me han bendecido en plena calle.
● He visto el dedo del creador en los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina.
● Me he mojado con las olas corriendo “al revés” en Taganga.
● He desayunado en una reservación indígena, sin hacer reservación.
● He visto a personas de todas las razas llorar en distintos idiomas escuchando a las paredes en la Cárcel Mamertina, la última morada terrenal de san Pablo.
● He escuchado a un joven italiano requerir una Biblia y subir a lo alto del Coliseo Romano para aceptar a Jesús.
● He saludado a las gaviotas que cruzan de Tijuana a California, sin visa, irrespetando graciosamente los muros y los límites humanos.
● He visto la mano que me sostiene en el sepulcro de san Antonio y en los de santa Clara, santa Teresita, san Lucas, san Francisco, san Carlos Borromeo, san… Emiliano Tardif.
● He oído al Espíritu cantar y llorar con los jóvenes en la Universidad Católica de Guadalajara.
● He sido testigo de la paz que produce una liberación en los montes de Mercato Cilento.
● Me ha sacudido el milagro de la reconciliación en los cantos de Taizé y el canto del coquí en Mayagüez.
● He visto la buena nueva en la playa de Agrópoli y en la cárcel colombiana, y en el Cirque du Soleil.
● He masticado, engullido y degustado los versos en creole, el cuentacuentos colombiano, los papeles inesperados de Cortázar, los siempre esperados de Benedetti.
● He visto maravillas en Santiago, Santa Marta, Wichita, San Juan, Barcelona, Lisieux, Dodge City, Miami, Barranquilla, Obregón, Valledupar, Burgos, Almería, Granada, Napoli, Sicilia, Soná, Valladolid, El Paso, Alabama, etc. etc…
Trovadores, clowns, prestidigitadores, gente “anormal”, gente más “normal”, santos y fracasados, hippies, bohemios, indigentes, monjas y monjes… han enriquecido mi vida.
He visto… He disfrutado… He sido afortunado…


Sin embargo,

mi fortuna particular, singular, reservada… es la desbordante alegría de tenerte a mi lado, mi amada Laura. Te amo, en este primer aniversario de nuestra boda. Contigo, el Viento ha soplado a nuestro favor. Hoy ya sé qué siginifica “fortuna”: ¡Eres mi fortuna!

En este “aniversario de papel”, hago una excepción para postear unos versos lúdicos, los mismos usados para pedirte el sí:

Declaración terra-pasional a mi amada

Un terremoto
no remoto
en mi esfera siento
cada vez que terruño.
Hatillo terroso,
tu caliza terraqueo
y te remonto conmigo,
moto mío.
Lo humus logrado:
¡Terrícalaura nuestra peña!
¡Orbita de mi arenal!
Para que nadie me lo orbe,
¿estratus hacienda mi sismo?
Si sedimento y telurico,
¿me quieres dar arcilla?

Yuan
amado de Laura


jueves, 16 de julio de 2009

Terminamos un retiro de jóvenes en Brooklyn, NY. He recogido mi mochila y voy para Hyattsville, Maryland, para otro retiro para jóvenes. Me dicen que los muchachos son inquietos... Intentaré inquietarlos más. Oren para que estos chicos saboreen a Jesús, su amigo y cómplice.

miércoles, 8 de julio de 2009

Con ver Sión


Dios:

1
Uno con pre-tensión
de encerrarte,
sería así:
«oDIOSo».

2
Si a «mísero»
se le invierte
un poco de corazón
y se le vierte
Dios,
se convierte
en
«misericorDIOSo».

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

miércoles, 1 de julio de 2009

Recreación

Dios:

Soñé contigo.
Te contemplAbba,
te gimoteAbba
y te suspirAbba:

«¡Te creo!

Mi fe es tu fe,
“face to face”».

Desperté contigo.
Y te atrapé
contemplándome,
gimiéndome,
suspirándome,
soñándome.

Te metiste en mis sueños
porque primero me metiste en tus sueños.

Otr-ora,
criatura
de un dios macana,
me intimidaba.
Ah-ora,
hijo de un Dios
en miniatura,
intimo
contigo
mi íntimo Abba.

¡Te recreo!

Amén
los-unos-a-los-otros.