lunes, 28 de noviembre de 2011

Me dio alegría participar junto con tantos amigos en Fe y Esperanza, evento anual de evangelización en Portchester. Luego, este noviembre ha sido de viaje en viaje. Del 4 al 6 estuve en Orlando compartiendo una Experiencia Abba. No vi a Mickey Mouse pero sí el amor de Dios sanando corazones e imágenes caricaturizadas de Dios. Del 11 al 15 fuimos a Colombia a un par de retiros con la Comunidad Siervos de Cristo Vivo de Santa Marta y Barranquilla, y también con los jóvenes. Una amiga mía, que había tenido un accidente cerebral, tiró su bastón en el retiro y empezó a caminar y animar a la asamblea como lo hacía antes. Fue una leticia tener una tanda abierta con los jóvenes para preguntas y respuestas entre todos. Del 18 al 21 compartí con una pequeña comunidad hispana de Russelville, Alabama. Son personas sencillas que luchan por sus derechos. El Espíritu pasó animando y limando. Al final, para mi sorpresa, ¡me descalzaron para bendecir mis pies! Del 22 al 26 celebré acción de gracias con la familia de mi esposa en Fort Lauderdale. Fueron días que aproveché para renovar la gratitud y para leer a Borges y a Saramago. Ayer fui invitado al 1er. Retiro de Jóvenes Hispanos de Peekskill, New York. Se robaron mi corazón. Risas y lágrimas caminaron de la mano. Al final de estos viajes queda el cansancio, pero sobre todo la alegría del amado Corazón.