viernes, 26 de febrero de 2010

Con una mochila voy a Omaha, Nebraska, por el fin de semana. Me han invitado a impartir la Experiencia Abba. Les hablaré de "Matar a nuestros dioses", de José María Mardones, les leeré cuentos de Lía Cerrito. Es un curso que disfruto tanto compartiéndolo. Espero volver con un nuevo rostro del amor del Padre. Oren por esta vivencia embriagante.

martes, 16 de febrero de 2010

Punto y carta de identidad

Con el anterior post titulado aDios (dés pedida) damos por concluido este blog que empezó en el año 2007. Creo que necesita un respiro. ¿Qué quedan? La Palabra de Dios, siempre actual y eficaz, los gemidos permanentes del Espíritu dentro de nosotros (escribiendo su propio salmo lúdico) y la gratitud refrescante. A ese pequeño puñado de amigos que han seguido estos escritos, muchas gracias. Mi agradecimiento va sobre todo a Dios que me ha permitido conocer tanta gente maravillosa en distintos países a través del blog. Dios seguirá siendo el compañero de juegos. Se mantendrá el blog activo para visitar, al menos como signo de lo vivido y para continuar sirviendo de medio para informar sobre mis viajes diversioneros que necesitan de las oraciones de ustedes.


Carta de identidad
(acción de gracias)

Dios:

No importa dónde nací
ni mi edad,
eso es nimiedad.
Lo importante: en quién renací
y a dónde voy:
¡mi
heredad!

Tu GPS para encaminarme al puerto:
Gratuidad...

Piedad…
Solidaridad…
Mi triple carta de identidad.

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

martes, 9 de febrero de 2010

aDios


(Dés pedida)

Soñé que yo era la n de DInOSosaurio en tu diccionario.

Soñé que ante ti no podía pasadarme ni futurarme, sólo presentarme.

Soñé que sólo alguien tan desconcertante podía concertar tanto.

Soñé que encogiste la divinidad: escogiste la humanidad.

Soñé que el omnipotente no podía dejar de mimarme.

Soñé que en tu mirada acariciaba el infinito.

Soñé que me embriagaba olfateando tu sombra carcajeante.

Soñé un sexto sentido: tocar un concierto con cierto sabor de muchos colores que olían a ti.

Soñé norte sur este oeste me rodeabas.

Soñé primavera verano otoño invierno presenciacircular.

Soñé qué quién cómo cuándo dónde Espíritu.

Soñé meñique anular medio índice pulgar tú.

Soñé por doquier el cielo respirando con mi pisada alada.

Soñé que en tus ojos grabaste dolorosa sabiduría.

Soñé tus palabras que volaban a contraluz agridulce.

Soñé relamiendo tu silencio disfrazado de arco iris.

Soñé que lo sabías todo, sabías muy bien, sabías muy bueno.

Soñé que yo te crecía misteriosamente, mas te maduré misericordiosamente.

Soñé que se deshacía en mí según tu silencio.

Soñé que no estaba destruido, apenas distraído.

Soñé que cada pulso mío te insinuaba: «Rendición».

Soñé que todo pulso tuyo me susurraba: «Bendición».

Soñé que mis sueños no cabeceaban en tu playa.

Soñé que seguía soñando en el sueño que soñaba mientras soñabas.

¿Fue una explosión en Karbala

o la hediondez en una calle de Pòtoprens?

Ábreme: ¿qué
o quién
te despertó?


Te llamaré cuando llegue a Casa.

viernes, 5 de febrero de 2010

Voy saliendo a tomar otro avión. Me llevará hasta North Augusta, en Carolina del Sur. Tendremos un retiro espiritual para los jóvenes. Me encanta trabajar con ellos. Para mí, más que trabajar es una suerte de descanso que me rejuvenece. Oren por nosotros en el fin de semana. ¡Felicitaciones a Caminemos Unidos en su aniversario!

lunes, 1 de febrero de 2010

Mi salvoconducto


Dios:

Esta sociedad de fuertes:
«¡Prohibidas las lágrimas!».
Ser bravucón.
Fortachón.
Valentón.
San turrón.
No mostrar debilidad…

Perdí el respeto a ellos
(y a ti también).
Hoy declaro mi alegría:
«¡Todo lo puedo en Cristo que me “debilita”!».

Amén
se-los-unos-a-los-otros.