Dios:
Ya entiendo por qué te fascina
llamarnos a la vida
contemplativa:
¡vives con-
templándonos!
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
Mi vida tiene un sexto sentido: tocar un concierto con cierto sabor de muchos colores que huelen a TI !!!
viernes, 29 de agosto de 2008
miércoles, 27 de agosto de 2008
Junto a la Palabra, junto las palabras
Diseño: http://partido.marianistas.org/
Salmos lúdicos que empiezan con Dios dos puntos
Pro-Logos
A favor de Logos (la Palabra)
Algunos amigos preguntan sobre el estilo de los “salmos lúdicos” que voy publicando en el blog. En este post intentaré explicar el porqué de estas entradas.
Juntar contrasta con separar, como unir contrasta con dividir. A los jóvenes les encanta juntarse: “Háganme coro para juntarnos”, dice una muchacha. “Es que armé una juntadera en mi casa para el viernes”, explica un chico.
Las juntas o “juntaderas” son buenas (a excepción de aquellas juntas militares, de amarga memoria). Y he decidido armar una “juntadera” de palabras. Junto las palabras junto a la Palabra (así con mayúscula)… es decir: en torno a la Palabra, que es Jesús, Verbo de Dios encarnado. La Palabra y las palabras, todo junto.
Las palabras tienen valor: pueden crear o destruir. Tomo partido por la creación. Pero no logro juntarlas para crear, si no lo hago junto a la Palabra (que también es Dios)… es decir: sólo con Dios puedo crear y re-crear. Sin él no hay juego.
Juntar rima con jugar. Me permito jugar con la Palabra y con las palabras.
¿Es lícito jugar con Dios? El teólogo ruso Paul Evdokimov citaba a un santo contando a un niño:
«Si quisieras jugar con Dios, sería lo más grande que pudieras hacer. Todo el mundo se lo toma tan en serio que le hemos vuelto realmente aburrido… Juega con Dios. Es el mejor compañero de juegos.»
Por su parte, Lia Cerrito, humanista italiana, apuntaba:
«¿Se puede jugar con Dios? ¿Por qué no? Se les permite a los niños y yo… mucho quisiera serlo todavía. Mi papá jugaba conmigo. Para mí era un “gran papá”, roca, fortaleza, baluarte, defensa, escudo, precisamente lo que, de grande, con las palabras de los salmos, le habría dicho a mi Dios… ¿Por qué, pues, no podría jugar con mi Padre Dios, si mi papá de la Tierra era un reflejo de su fuerte, providente, tierno y alegre amor?»
Y con las palabras, ¿se juega? Juntarlas, desmenuzarlas, torcerlas, expandirlas, batirlas, colarlas y, cuando no las haya, inventarlas (como la sonada palabra “juntadera”, aún no merecedora del diccionario). Ya Ramón Gómez de la Serna inventó sus “greguerías”, y Guillermo Cabrera Infante vino a decirnos que hay que hacer “Exorcismos de esti(l)o”, y Mario Benedetti nos puso a pensar, divirtiéndonos con sus “Cachivaches”. Por supuesto que no escribo con maestría: a duras penas sólo soy un aprendiz que se ha nutrido de los salmos de David, también los de Ernesto Cardenal y los de Benjamín González Buelta.
Presiento la complicidad de Dios en esto. Me imagino su guiño. Visualizo su sonrisa de “picardía”, mientras se arremanga para entrar en juego…
En fin, he escrito unos salmos lúdicos, con carácter re-creativo. Esto no significa que sean fantasiosos. Son salmos basados en la realidad, para orar y profundizar en la fe. Es que para orar parece que tenemos que ser como niños (como para jugar y entrar en el Reino).
Mantengo palabras de los salmos bíblicos (como “Sión”) para seguir con el hábito, aunque sé que habito en un mundo en el que Dios trasciende todo, incluso la Biblia.
Dios es Dios y punto (o dos puntos). Mas, en mi fe cristiana, Jesús es Dios. Así, cuando escribo estos salmos iniciándolos con Dios dos puntos, también estoy diciendo Jesús dos puntos. Él es la Palabra de Dios. Siempre me llama para juntarse conmigo. Y toma en serio mis palabras, aun cuando las pronuncio con juegos.
Yuan
en un día normal-mente de extra-vagancia
Salmos lúdicos que empiezan con Dios dos puntos
Pro-Logos
A favor de Logos (la Palabra)
Algunos amigos preguntan sobre el estilo de los “salmos lúdicos” que voy publicando en el blog. En este post intentaré explicar el porqué de estas entradas.
Juntar contrasta con separar, como unir contrasta con dividir. A los jóvenes les encanta juntarse: “Háganme coro para juntarnos”, dice una muchacha. “Es que armé una juntadera en mi casa para el viernes”, explica un chico.
Las juntas o “juntaderas” son buenas (a excepción de aquellas juntas militares, de amarga memoria). Y he decidido armar una “juntadera” de palabras. Junto las palabras junto a la Palabra (así con mayúscula)… es decir: en torno a la Palabra, que es Jesús, Verbo de Dios encarnado. La Palabra y las palabras, todo junto.
Las palabras tienen valor: pueden crear o destruir. Tomo partido por la creación. Pero no logro juntarlas para crear, si no lo hago junto a la Palabra (que también es Dios)… es decir: sólo con Dios puedo crear y re-crear. Sin él no hay juego.
Juntar rima con jugar. Me permito jugar con la Palabra y con las palabras.
¿Es lícito jugar con Dios? El teólogo ruso Paul Evdokimov citaba a un santo contando a un niño:
«Si quisieras jugar con Dios, sería lo más grande que pudieras hacer. Todo el mundo se lo toma tan en serio que le hemos vuelto realmente aburrido… Juega con Dios. Es el mejor compañero de juegos.»
Por su parte, Lia Cerrito, humanista italiana, apuntaba:
«¿Se puede jugar con Dios? ¿Por qué no? Se les permite a los niños y yo… mucho quisiera serlo todavía. Mi papá jugaba conmigo. Para mí era un “gran papá”, roca, fortaleza, baluarte, defensa, escudo, precisamente lo que, de grande, con las palabras de los salmos, le habría dicho a mi Dios… ¿Por qué, pues, no podría jugar con mi Padre Dios, si mi papá de la Tierra era un reflejo de su fuerte, providente, tierno y alegre amor?»
Y con las palabras, ¿se juega? Juntarlas, desmenuzarlas, torcerlas, expandirlas, batirlas, colarlas y, cuando no las haya, inventarlas (como la sonada palabra “juntadera”, aún no merecedora del diccionario). Ya Ramón Gómez de la Serna inventó sus “greguerías”, y Guillermo Cabrera Infante vino a decirnos que hay que hacer “Exorcismos de esti(l)o”, y Mario Benedetti nos puso a pensar, divirtiéndonos con sus “Cachivaches”. Por supuesto que no escribo con maestría: a duras penas sólo soy un aprendiz que se ha nutrido de los salmos de David, también los de Ernesto Cardenal y los de Benjamín González Buelta.
Presiento la complicidad de Dios en esto. Me imagino su guiño. Visualizo su sonrisa de “picardía”, mientras se arremanga para entrar en juego…
En fin, he escrito unos salmos lúdicos, con carácter re-creativo. Esto no significa que sean fantasiosos. Son salmos basados en la realidad, para orar y profundizar en la fe. Es que para orar parece que tenemos que ser como niños (como para jugar y entrar en el Reino).
Mantengo palabras de los salmos bíblicos (como “Sión”) para seguir con el hábito, aunque sé que habito en un mundo en el que Dios trasciende todo, incluso la Biblia.
Dios es Dios y punto (o dos puntos). Mas, en mi fe cristiana, Jesús es Dios. Así, cuando escribo estos salmos iniciándolos con Dios dos puntos, también estoy diciendo Jesús dos puntos. Él es la Palabra de Dios. Siempre me llama para juntarse conmigo. Y toma en serio mis palabras, aun cuando las pronuncio con juegos.
Yuan
en un día normal-mente de extra-vagancia
lunes, 25 de agosto de 2008
Con-fusión
Dios:
Me confundes,
y nunca que tenido más certeza.
No eres fantasía,
¡y eres fantástico!
No eres fábula,
¡y eres fabuloso!
No eres desleal,
¡y eres increíble!
No eres encantamiento,
¡y me encantas!
No eres espectáculo,
¡y eres espectacular!
En mi expectación,
no quiero especular,
pero quiero ser tu imagen
especular…
Tú y yo fundidos:
¡me con-fundes!
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
Me confundes,
y nunca que tenido más certeza.
No eres fantasía,
¡y eres fantástico!
No eres fábula,
¡y eres fabuloso!
No eres desleal,
¡y eres increíble!
No eres encantamiento,
¡y me encantas!
No eres espectáculo,
¡y eres espectacular!
En mi expectación,
no quiero especular,
pero quiero ser tu imagen
especular…
Tú y yo fundidos:
¡me con-fundes!
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
viernes, 22 de agosto de 2008
Compasivo y misericordioso
es un verbo en infinit-ivo,
enséñame a dar
con razón,
con-pasión,
mi-ser-y
cordia
con razón,
con-pasión,
mi-ser-y
cordia
(corazón),
en efectivo
y en afectivo,
en un amor
con-pasivo
y con activo.
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
en efectivo
y en afectivo,
en un amor
con-pasivo
y con activo.
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
Gracias a Carlos Torres
http://carlostp.blogspot.com/2008/07/mi-ser-y-cordia.htmlmiércoles, 20 de agosto de 2008
La unidad de los versos
lunes, 18 de agosto de 2008
Morir es vivir
Jesús me enseñó que
quien vive sin morir
muere sin vivir.
Sólo quien muere
sabe vivir,
y vive
quien sabe morir.
Para vivir
hay que estar vivo;
para morir,
¡tan-bien!
hay que estar vivo;
para morir,
¡tan-bien!
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
jueves, 14 de agosto de 2008
Co-respondencia
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