De repente (como la venida del Espíritu en el día de Pentecostés) se me presentó un viaje a Minatitlán, en Veracruz, México. Estoy volando para su Encuentro Diocesano, a cubrir una emergencia, relevando al invitado original que no podrá asistir. De eso me enteré hace tres días. Soy una especie de "bateador sustituto". Es parte de esta aventura. Sigo confiando... El "Invitado Original" sí asistirá.
2 comentarios:
Seguiremos orando por ti en la distancia, aunque en realidad no estamos tan lejos.
Que el mismo Espíritu de los prodigios del Pentecostés, te acompañe a caminar sobre el agua.
Grande es el amor de DIos que hasta viaja en aviones!! :D
¿CUando te toca por aqui?
Te requiero y reoro por tí!
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