sábado, 12 de diciembre de 2009

Invitación


Los talentos de Brenda Taveras Delgado son fuera de serie. Mi amiga presentará su primer libro este miércoles 16 en Cuesta Centro del Libro, Santo Domingo, a las 6:00 p.m. Como no tengo el don de la bilocación (aunque quiera volverme “loco” dos veces), no podré asistir. Presento acá el prólogo del libro que Brenda, confiadamente, me pidió escribir.

Una brendición

La vida me ha concedido muchos regocijos. Conocer a Brenda ha sido uno de ellos. Todo empezó en un curso de evangelización. Una de las exigencias del curso era que los participantes reventaran su creatividad para presentar a Dios. Brenda leyó un escrito de su autoría, titulado: «Dios es». Encantó a todos. La persona sentada a mi lado manifestó su opinión: «Es lo mejor que he escuchado en este curso». Me quedé en silencio, saboreando el texto y asintiendo en mi interior lo expresado por esa persona. Más tarde, una amiga me presentó a Brenda. Captaron mi atención su creatividad, su risa elocuentemente sonora (¡jaaaaaaaaajajajaja!) y, sobre todo, su amor a Dios, fruto de un corazón de una persona que se sabe amada y que está en comunión íntima con el Amado.

Ahora, ella nos ofrece este libro: Pin pun a Dios. Como buena dominicana, usa una expresión autóctona de su nación caribeña. Según el Diccionario de Dominicanismos, «Pin pun» significa: «Igual a…» («Fulano es pin pun a su papá»). ¿«Pin pun a Dios» suena pretencioso? No me parece. Es que fuimos creados «a imagen y semejanza» de Dios. Ser «pin pun a Dios» es una consecuencia esencial, concerniente a nuestra particular naturaleza creada. «De tal palo, tal astilla». Jesús mismo fue quien nos exhortó a ser como Dios Padre (cf. Mateo 5, 48; Lucas 6, 36). Brenda posee la excepcional destreza de jugar con las palabras, y conjugar la cadencia de los versos con la belleza de un lenguaje llano y coloquial. Se añade a ello, su inyección de espiritualidad juvenil, fresca y desenfadada. Denota una graciosa confianza en su Papá, Dios. Tratar a Dios con esa atrevida confianza y ese fino sentido del humor, revela un alma profundamente enamorada de su Padre.

Brenda me ha contagiado su amor por Dios y su amor por el arte de la expresión. Así, me permito ciertas licencias para expresarme con su nombre, inbrendando palabras. Me atrevo a asegurar, con los ojos brendados, que este libro es una trebrenda obra para ayudarnos a que combrendamos cómo es el corazón de Dios: acogedor y cercano. La imagen de Dios que nos presenta Brenda es de alguien sencillo y humano, no sólo divino. Tal vez por eso, no siempre somos muy hábiles en conectarnos con Dios: lo imaginamos complicado y súper misterioso, cuando en realidad somos nosotros quienes nos complicamos en nuestros propios misterios.

Los escritos de Brenda nos rebrendan el «caminito» de la «infancia espiritual» de santa Teresa del Niño Jesús, una sencilla teología de la confianza, una espiritualidad de gratuidad de un alma brendada del amor de Dios. Una muestra de ello:

Sólo tengo que cerrar los ojos
y confiar en ti
es fácil
cerrar los ojos
confiar
es tan difícil para mi pequeño amor
tú lo sabes
por eso confías el doble
en mí
en ti
haces que mi diminuta confianza
crezca
y te sienta
nos cuesta tanto
confiar en ti
hacer que el alma se abra
dejarse amar
dejar que el jazz se expanda
y entre
improvisar un poco
entregarlo todo
por otros
ser como soy
ser yo misma
confiar en ti
es confiar en mí
cerrar los ojos
cerrar tus ojos
y respirar
juntos.

Es evidente que Dios —que «está loco», como afirma ella— le ha regalado una singular vida creativa a Brenda, y a su vez, ella le ha dado la obrenda de su propia inventiva. Son tal para cual… «pin pun»…

Propongo un brendis para que, a través de este libro, brenda a nosotros el reino de Dios, más y más. Que el Espíritu nos dé una capacidad de asombro, al estilo de Brenda, para que nos sorbrendamos copiosamente en cada línea, en cada maravilla cotidiana.

Dios nos ha concedido muchos regocijos. Este libro es uno de ellos.

Brenda brendice a muchos con su vida… y este libro es otra gran brendición.

Yuan Fuei Liao
Nueva York

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