lunes, 1 de febrero de 2010

Mi salvoconducto


Dios:

Esta sociedad de fuertes:
«¡Prohibidas las lágrimas!».
Ser bravucón.
Fortachón.
Valentón.
San turrón.
No mostrar debilidad…

Perdí el respeto a ellos
(y a ti también).
Hoy declaro mi alegría:
«¡Todo lo puedo en Cristo que me “debilita”!».

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

1 comentario:

Yamilka Genao dijo...

Asi es yo tambien declaro lo mismo, es increible ver como la sensibilidad de los hombres se pierde, y la compasion y el enternecer el alma son signos de debilidad..Wacala a las nuecas y huecas teorias de este mundo q estan caminando paralelas a las del maestro.