jueves, 15 de julio de 2010

En este otro viaje, crucé la frontera por El Paso a Ciudad Juárez. El Equipo Diocesano me invitó a compartirles el curso A24/7. Dicen que Juárez es la ciudad del mundo con mayor índice de asesinatos y secuestros. Lo que encontré fue un ejército de hombres y mujeres que oran y piden la paz y la reconciliación. Reímos y lloramos juntos, unidos a Aquél que llamó bienaventurados a los constructores de la paz. Confirmé en este viaje que no me simpatizan las fronteras artificiales. Prefiero ser como las aves del cielo que se mofan de los muros.

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Te quiero
La quiero
Le quiero
Los tres juntos son un consuelo, lenguaje de amor de un Dios bueno,
que no se conforma con amarlos hasta el cielo,
que tambien permite que muchos otros seamos testigos del amor que les regala en un solo vuelo.
A final de cuentas, todo esto es su sueño.