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Salmos lúdicos que empiezan con Dios dos puntos
Pro-Logos
A favor de Logos (la Palabra)
Algunos amigos preguntan sobre el estilo de los “salmos lúdicos” que voy publicando en el blog. En este post intentaré explicar el porqué de estas entradas.
Juntar contrasta con separar, como unir contrasta con dividir. A los jóvenes les encanta juntarse: “Háganme coro para juntarnos”, dice una muchacha. “Es que armé una juntadera en mi casa para el viernes”, explica un chico.
Las juntas o “juntaderas” son buenas (a excepción de aquellas juntas militares, de amarga memoria). Y he decidido armar una “juntadera” de palabras. Junto las palabras junto a la Palabra (así con mayúscula)… es decir: en torno a la Palabra, que es Jesús, Verbo de Dios encarnado. La Palabra y las palabras, todo junto.
Las palabras tienen valor: pueden crear o destruir. Tomo partido por la creación. Pero no logro juntarlas para crear, si no lo hago junto a la Palabra (que también es Dios)… es decir: sólo con Dios puedo crear y re-crear. Sin él no hay juego.
Juntar rima con jugar. Me permito jugar con la Palabra y con las palabras.
¿Es lícito jugar con Dios? El teólogo ruso Paul Evdokimov citaba a un santo contando a un niño:
«Si quisieras jugar con Dios, sería lo más grande que pudieras hacer. Todo el mundo se lo toma tan en serio que le hemos vuelto realmente aburrido… Juega con Dios. Es el mejor compañero de juegos.»
Por su parte, Lia Cerrito, humanista italiana, apuntaba:
«¿Se puede jugar con Dios? ¿Por qué no? Se les permite a los niños y yo… mucho quisiera serlo todavía. Mi papá jugaba conmigo. Para mí era un “gran papá”, roca, fortaleza, baluarte, defensa, escudo, precisamente lo que, de grande, con las palabras de los salmos, le habría dicho a mi Dios… ¿Por qué, pues, no podría jugar con mi Padre Dios, si mi papá de la Tierra era un reflejo de su fuerte, providente, tierno y alegre amor?»
Y con las palabras, ¿se juega? Juntarlas, desmenuzarlas, torcerlas, expandirlas, batirlas, colarlas y, cuando no las haya, inventarlas (como la sonada palabra “juntadera”, aún no merecedora del diccionario). Ya Ramón Gómez de la Serna inventó sus “greguerías”, y Guillermo Cabrera Infante vino a decirnos que hay que hacer “Exorcismos de esti(l)o”, y Mario Benedetti nos puso a pensar, divirtiéndonos con sus “Cachivaches”. Por supuesto que no escribo con maestría: a duras penas sólo soy un aprendiz que se ha nutrido de los salmos de David, también los de Ernesto Cardenal y los de Benjamín González Buelta.
Presiento la complicidad de Dios en esto. Me imagino su guiño. Visualizo su sonrisa de “picardía”, mientras se arremanga para entrar en juego…
En fin, he escrito unos salmos lúdicos, con carácter re-creativo. Esto no significa que sean fantasiosos. Son salmos basados en la realidad, para orar y profundizar en la fe. Es que para orar parece que tenemos que ser como niños (como para jugar y entrar en el Reino).
Mantengo palabras de los salmos bíblicos (como “Sión”) para seguir con el hábito, aunque sé que habito en un mundo en el que Dios trasciende todo, incluso la Biblia.
Dios es Dios y punto (o dos puntos). Mas, en mi fe cristiana, Jesús es Dios. Así, cuando escribo estos salmos iniciándolos con Dios dos puntos, también estoy diciendo Jesús dos puntos. Él es la Palabra de Dios. Siempre me llama para juntarse conmigo. Y toma en serio mis palabras, aun cuando las pronuncio con juegos.
Yuan
en un día normal-mente de extra-vagancia
Salmos lúdicos que empiezan con Dios dos puntos
Pro-Logos
A favor de Logos (la Palabra)
Algunos amigos preguntan sobre el estilo de los “salmos lúdicos” que voy publicando en el blog. En este post intentaré explicar el porqué de estas entradas.
Juntar contrasta con separar, como unir contrasta con dividir. A los jóvenes les encanta juntarse: “Háganme coro para juntarnos”, dice una muchacha. “Es que armé una juntadera en mi casa para el viernes”, explica un chico.
Las juntas o “juntaderas” son buenas (a excepción de aquellas juntas militares, de amarga memoria). Y he decidido armar una “juntadera” de palabras. Junto las palabras junto a la Palabra (así con mayúscula)… es decir: en torno a la Palabra, que es Jesús, Verbo de Dios encarnado. La Palabra y las palabras, todo junto.
Las palabras tienen valor: pueden crear o destruir. Tomo partido por la creación. Pero no logro juntarlas para crear, si no lo hago junto a la Palabra (que también es Dios)… es decir: sólo con Dios puedo crear y re-crear. Sin él no hay juego.
Juntar rima con jugar. Me permito jugar con la Palabra y con las palabras.
¿Es lícito jugar con Dios? El teólogo ruso Paul Evdokimov citaba a un santo contando a un niño:
«Si quisieras jugar con Dios, sería lo más grande que pudieras hacer. Todo el mundo se lo toma tan en serio que le hemos vuelto realmente aburrido… Juega con Dios. Es el mejor compañero de juegos.»
Por su parte, Lia Cerrito, humanista italiana, apuntaba:
«¿Se puede jugar con Dios? ¿Por qué no? Se les permite a los niños y yo… mucho quisiera serlo todavía. Mi papá jugaba conmigo. Para mí era un “gran papá”, roca, fortaleza, baluarte, defensa, escudo, precisamente lo que, de grande, con las palabras de los salmos, le habría dicho a mi Dios… ¿Por qué, pues, no podría jugar con mi Padre Dios, si mi papá de la Tierra era un reflejo de su fuerte, providente, tierno y alegre amor?»
Y con las palabras, ¿se juega? Juntarlas, desmenuzarlas, torcerlas, expandirlas, batirlas, colarlas y, cuando no las haya, inventarlas (como la sonada palabra “juntadera”, aún no merecedora del diccionario). Ya Ramón Gómez de la Serna inventó sus “greguerías”, y Guillermo Cabrera Infante vino a decirnos que hay que hacer “Exorcismos de esti(l)o”, y Mario Benedetti nos puso a pensar, divirtiéndonos con sus “Cachivaches”. Por supuesto que no escribo con maestría: a duras penas sólo soy un aprendiz que se ha nutrido de los salmos de David, también los de Ernesto Cardenal y los de Benjamín González Buelta.
Presiento la complicidad de Dios en esto. Me imagino su guiño. Visualizo su sonrisa de “picardía”, mientras se arremanga para entrar en juego…
En fin, he escrito unos salmos lúdicos, con carácter re-creativo. Esto no significa que sean fantasiosos. Son salmos basados en la realidad, para orar y profundizar en la fe. Es que para orar parece que tenemos que ser como niños (como para jugar y entrar en el Reino).
Mantengo palabras de los salmos bíblicos (como “Sión”) para seguir con el hábito, aunque sé que habito en un mundo en el que Dios trasciende todo, incluso la Biblia.
Dios es Dios y punto (o dos puntos). Mas, en mi fe cristiana, Jesús es Dios. Así, cuando escribo estos salmos iniciándolos con Dios dos puntos, también estoy diciendo Jesús dos puntos. Él es la Palabra de Dios. Siempre me llama para juntarse conmigo. Y toma en serio mis palabras, aun cuando las pronuncio con juegos.
Yuan
en un día normal-mente de extra-vagancia
5 comentarios:
pues juntemos las palabras, o separémoslas, en ocasiones, cuando no son reflejo explícito de Dios, entre una y otra Dios entra.
Y entrando en la Presencia de Dios a través de las palabras que se sirve la Palabra, contemplemos -juntos-, la Palabra hecha carne.
Así, nuestra carne es glorificada.
Y eso compartimos.
gracias por compartirlo conmigo.
un fuerte abrazo,
rodrigo
Hola Yuan!
Gracias!!
Nos seguimos acompañando
Un gran abrazo
Me gusta tu propuesta!
Jugar con Dios, qué Grande!
Amo el sentido del humor y creo que Jesús sabía ser feliz, celebrar...lo imagino bailando el aquellas fiestas, levantando niños, alentando a esas mujeres.
Por eso lo amaron, también.
Leyéndote, me recordaste a un salmo...ejem...que leí cierta vez:
"Que Dios te tenga en su diestra...
y con la izquierda te aplauda!"
:)))))
Me dio una alegría inmensa verte en mi blog, estuve un poco aletargada.
Y sigo! Uf!!!
Un abrazo apretao!
Gracias por estar cerca.
gracias por explicarnos tus salmos ludicos.. un abrazo!
Por un amigo conoci tu blog y podria decir que en mi primera navegada por el no me estraño tu forma de expresion sino mas bien quede facinada por la belleza en lo simple y las uniones de palabras que dicen algo y otra cosa cuando se separan.
Genial este espacio me alimenta, es un respiro a la presion diaria. Es orar sin biblia desde el corazon pa EL directo y en vivo!!!
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