la eskina de la kj: diciembre 2008

jueves, 25 de diciembre de 2008

Haiku 18

De encuadernada
la Palabra se hizo...
¡encarnada!

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Duele la uña encarnada:
toda encarnación desgarra.
Te hiciste carne entre nosotros
para seguir nuestras pisadas.

Eres Dios
que, dejándolo todo,
nos sigues
cuando te decimos:
“Sígueme”.

Y el Verbo se hizo ternura
y lloró con nosotros,
mamando nuestra condición humana
arrullado por la bienamada.

Aquellos magos te ofrecen dones,
los pastores se regalan perdones.
Y yo, en el camino,
nada vi para dar.
Sólo tengo mi anhelo de vida:
ella es mi ofrenda debida.
Navi-dar.
Na-vida-d.
¡Navi-dad!

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Haiku 17

¿Condenarla? No.
Ella sólo lloraba…
¿Condonarla? Sí.

Haiku 16

No te la pierdas,
la lección del maestro:
no tires piedras.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Haiku 15

Confieso tu amor:
por tu culpa, por tu culpa…
¡por tu gran culpa!

Haiku 14

No caves allí:
“mío-yo” o “mi hoyo”...
¡No cabes allí!

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Haiku 13

Simplex: sin pliegues,
una pieza, sin doblez,
sencillo, sin más.

Haiku 12

No pasadarme.
Deseo presentarme.
No futurarme.

Haiku 11

Sigo andando:
estaba distraído,
no destruído.

martes, 16 de diciembre de 2008

Haiku 10

Guardo confianza:
lo que está pasando
está pasando.

Haiku 9

Barca se agita,
duermes, no tengo miedo:
sueñas conmigo.

Haiku 8

Retrato de paz:
una tormenta tenaz…
¡duerme tranquilo!

Haiku 7

¿Recio temporal
zarandea la barca?
...sólo temporal.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Haiku 6

No acaparar.
Estamos en tránsito.
No acá parar.

Haiku 5

“Sal de tu tierra”
para salir y salar:
es mi vocación.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Haiku 4

Stop. Detenerme.
Pare. Alto. Bajarme.
He de tenerme.

Haiku 3

Cuando te visto
es cuando te he visto:
eres prójimo.

Haiku 2

A mar adentro
es mi itinerario:
Amar a dentro.

Haiku 1

Cuando te miro,
pierdo conocimiento:
conozco de más.

En este mes de diciembre, este blog cumple su primer año. Me había propuesto “jugar” con Dios, escribiendo oraciones con juegos de palabras (“salmos lúdicos”). Después de 118 salmos lúdicos redactados y orados en el blog, me he detenido a hacer resúmenes de ellos al estilo haiku (versos de 5 - 7 - 5), que iré presentando. Reconozco mi incapacidad de escribir con la belleza de los admirables haijin; pero es mi intento de seguir jugando con las palabras para intimar más con Dios. Acompaño cada post con fotos de origami, mi otra pasión.

Para quienes desean leer las otras experiencias, sigo en el blog de minicuentos:
http://cuentoscortosenunblogcontitulolargo.blogspot.com/

Y aquí escribo reflexiones más “serias”:
http://teologiasinnombre.blogspot.com/2008/12/manipular-un-dios-manipulador.html

A cada visitante, durante este año, ¡gracias!... por su visita, su comentario, su oración.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Condonación versus condenación

Dios:

Pasó a las crónicas de “Sucesos”
como “la mujer adúltera”.
Después de dos milenios,
voces se alzan “justicieras”:

A su sexo,
¡condón darle!
A su delito,
¡condenarle!
¿Tu veredicto?
condonarle
todo,

en cabal

y total

amnistía por justicia...
Tu sentencia:

¡indulgencia plenaria!

La misericordia

frente a la miseria.

No hay fallo
en tu fallo:
“Esta lección
no te la pierdas:
¡no tires piedras!”

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

Pro-Logos: a favor de Logos (la Palabra)

Salmos lúdicos que empiezan con Dios dos puntos

Juntar contrasta con separar, como unir contrasta con dividir. Las juntas son buenas (a excepción de aquellas juntas militares, de amarga memoria). Y he decidido armar una junta de palabras. Junto las palabras junto a la Palabra (así con mayúscula), es decir: en torno a la Palabra, que es Jesús, Verbo de Dios encarnado. La Palabra y las palabras, todo junto.

Las palabras tienen valor: pueden crear o destruir. Tomo partido por la creación. Pero no logro juntarlas para crear, si no lo hago junto a la Palabra, que también es Dios. Sólo con Dios puedo crear y re-crear. Sin él no hay juego.

Juntar rima con jugar. Me permito jugar con la Palabra y con-jugar con las palabras.

¿Es lícito jugar con Dios? El teólogo ruso Paul Evdokimov citaba a un santo contando a un niño:

«Si quisieras jugar con Dios, sería lo más grande que pudieras hacer. Todo el mundo se lo toma tan en serio que le hemos vuelto realmente aburrido… Juega con Dios. Es el mejor compañero de juegos.»

Por su parte, Lia Cerrito, humanista italiana, apuntaba:

«¿Se puede jugar con Dios? ¿Por qué no? Se les permite a los niños y yo… mucho quisiera serlo todavía. Mi papá jugaba conmigo. Para mí era un “gran papá”, roca, fortaleza, baluarte, defensa, escudo, precisamente lo que, de grande, con las palabras de los salmos, le habría dicho a mi Dios… ¿Por qué, pues, no podría jugar con mi Padre Dios, si mi papá de la Tierra era un reflejo de su fuerte, providente, tierno y alegre amor?»

Y con las palabras, ¿se juega? Juntarlas, desmenuzarlas, torcerlas, expandirlas, batirlas, colarlas y, cuando no las haya, inventarlas. Ya Ramón Gómez de la Serna concibió sus “greguerías”, Guillermo Cabrera Infante vino a enseñarnos que hay “Exorcismos de esti(l)o”, y Mario Benedetti nos puso a cavilar, divirtiéndonos con sus “Cachivaches”. En una entrevista, Juan Gelman confesaba la impotencia de las palabras existentes: «La lengua, tal como la hablamos, calla más de lo que puede llegar a decir, sobre todo en relación con los sentimientos e incluso con los pensamientos». Y luego ponderaba la similitud de un trío que produce arrobamiento: «Creo que hay tres experiencias que se asemejan, que son la poesía, la mística y el amor, porque creo que en esas tres se produce lo que se llama el éxtasis, es decir, el salir de sí mismo».

Intento provocar una conjunción de ese trío. Presiento la complicidad de Dios en esto. Me imagino su guiño. Visualizo su sonrisa de “picardía”, mientras se arremanga para entrar en juego…

En fin, he creado unos salmos lúdicos, con carácter re-creativo. Esto no significa que sean fantasiosos. Son salmos basados en la realidad, para orar y profundizar en la fe. Es que para orar parece que tenemos que ser como niños, como para jugar y entrar en el Reino.

Mantengo palabras de los salmos bíblicos (como “Sión”) para seguir con el hábito, aunque sé que habito en un mundo en el que Dios trasciende todo, incluso la Biblia.

Dios es Dios y punto (o dos puntos). Mas, en mi fe cristiana, Jesús es Dios. Así, cuando escribo estos salmos iniciándolos con Dios dos puntos, también estoy diciendo Jesús dos puntos. Él es la Palabra de Dios. Siempre me llama para juntarse conmigo. Y toma en serio mis palabras, aun cuando las pronuncio con juegos.

Yuan
en un día normal-mente de extra-vagancia

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