Dios:
Pasó a las crónicas de “Sucesos”
como “la mujer adúltera”.
Después de dos milenios,
voces se alzan “justicieras”:
A su sexo,
¡condón darle!
A su delito,
¡condenarle!
¿Tu veredicto?
condonarle
todo,
Pasó a las crónicas de “Sucesos”
como “la mujer adúltera”.
Después de dos milenios,
voces se alzan “justicieras”:
A su sexo,
¡condón darle!
A su delito,
¡condenarle!
¿Tu veredicto?
condonarle
todo,
en cabal
y total
amnistía por justicia...
Tu sentencia:
Tu sentencia:
¡indulgencia plenaria!
La misericordia
frente a la miseria.
No hay fallo
en tu fallo:
“Esta lección
no te la pierdas:
¡no tires piedras!”
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
No hay fallo
en tu fallo:
“Esta lección
no te la pierdas:
¡no tires piedras!”
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
3 comentarios:
No dejas de asombrarme
Bravo!!!!
Escucha mis aplausos!!!
Ay Yuan! Mucho sin saber de ti!
Y mucho lo que al leerte escucho en mi interior.
La condenación de nosotros mismos por nosotros mismos... ¿Nos salvaremos también los unos a los otros?
Amémonos.
Gracias- Mil gracias.
Recibe un gran abrazo, y la bendición en nombre del Señor,
rodrigo
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