miércoles, 23 de marzo de 2011

Ciudad Juárez tiene el estigma de la violencia publicitada. Los medios insisten en sus 6,000 asesinados en los últimos tiempos. Pero lo que viví allí fue otro cosmos: 6,000 personas se reunieron para celebrar su XIX Congreso Juvenil (el local resultó tan pequeño que unos 500 jóvenes quedaron sin poder entrar por falta de cupo). Fue emocionante ver a tantos jóvenes declarar a Jesús como su Señor y Salvador. La sanación de una ciudad empieza cuando un puñado de valientes decide marcar la diferencia. Con esos jóvenes reí y lloré. Me afirmaron en mi vocación de diversionero. Me invitaron para darles buenas noticias, y fui yo quien salió con una sonrisa nueva. Este fin de semana pasado quedará en mi memoria como uno de los más esperanzadores de mi vida.

2 comentarios:

Carlos Torres dijo...

Esos valientes sólo necesitan que valientes como tú les den un mensaje de esperanza y les abran los ojos para ver que ellos también son valiosos a los ojos de Dios.

Mi vida se regocija cuando leo sobre la tuya mano :-)

Sigue diversionando las naciones!

Un abrazo!

cinthya rios dijo...

es la necesidad de DIOS y la necesidad de paz es la que hace la diferencia entre una vida simple y una vida llena de amor,Ciudad Juarez necesita de mucha oracion,se que DIOS en SU INFINITA MISERICORDIA está escuchando la oracion de estos jovenes y algun día será una ciudad de paz,AMEN!!! :)