sábado, 12 de enero de 2008

De porte extremo


Dios:

Jesús nos enseñó
a escalar las olas…
De porte majestuoso,
surfista sin tablas,
caminando sobre el viento.

La tempestad no me atormenta:
en la tormenta hay calma.
En la tiniebla hay luz:
es Jesús,
alpinista de tsunamis,
windsurfista atrapando el viento.

Inicio un trekking
detrás del maestro.
Me lanzo en bungee jumping
en las manos de mi entrenador.
Con su aliento
despego en parapente
en la ladera
encarada al viento.

Tomar el riesgo,
beber un reto,
porte extremo:
¡portar la cruz!

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

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