miércoles, 5 de marzo de 2008

¡Oh, Dios!

Dios:

No quiero ver para creer,
porque cuando veo el mundo
(en poca mi mirada),
veo odios.


Quiero creer para ver,
porque cuando creo,
veo tu gloria
(enfoca mi mirada)…
entonces te veo,
oh, Dios.

Odios…
O dios…
Oh Dios…
¡Oh, Dios!

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

1 comentario:

José Ignacio Lacucebe dijo...

Un blog amigo proponía algo que tu también sientes.
Que distinto es cuando Dios mira a través de tus ojos.
Hasta pronto