jueves, 2 de octubre de 2008

Aún con el calor de la gente bella de El Paso, ya parto para otro viaje. Todo el fin de semana compartiré en Panamá un retiro espiritual sobre el Corazón de Jesús. Volveré a Nueva York el martes próximo. A Su Corazón no tengo que volver porque no me he salido de él: ¡Me envuelve! Sus latidos son escuchables en todo el mundo y en todos los mundos. Oren para que yo sea dócil a ese palpitar.

1 comentario:

Johana dijo...

Yo tambien quiero ser docil a ese latir chino...y quiero que no me saquen de ese corazon..aunque sea en una esquinita que me dejen estar...o al menos que me tenga arrumbada en una KJ...pero que me tenga..