lunes, 1 de diciembre de 2008

Condonación versus condenación

Dios:

Pasó a las crónicas de “Sucesos”
como “la mujer adúltera”.
Después de dos milenios,
voces se alzan “justicieras”:

A su sexo,
¡condón darle!
A su delito,
¡condenarle!
¿Tu veredicto?
condonarle
todo,
en cabal
y total
amnistía por justicia...
Tu sentencia:
¡indulgencia plenaria!
La misericordia
frente a la miseria.

No hay fallo
en tu fallo:
“Esta lección
no te la pierdas:
¡no tires piedras!”

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No dejas de asombrarme

GUSMAR SOSA dijo...

Bravo!!!!
Escucha mis aplausos!!!

rodrigo hernandez dijo...

Ay Yuan! Mucho sin saber de ti!
Y mucho lo que al leerte escucho en mi interior.
La condenación de nosotros mismos por nosotros mismos... ¿Nos salvaremos también los unos a los otros?
Amémonos.
Gracias- Mil gracias.

Recibe un gran abrazo, y la bendición en nombre del Señor,

rodrigo