jueves, 18 de septiembre de 2008

A Dios


Dios:

No oro para darte más gloria:
¿cómo sumarte gloria con arte,
si ya moras en tu gloria suprema?
No oro para un favor rogarte:
no está mi ansia en mi lengua
cuando ya la conoces entera.
No oro para un perdón robarte:
ya anulaste mi insaldable deuda
hace veintiuna centurias.
No oro por que cambies el curso de la historia:
lo que la plegaria cambia
es el corazón
del intercesor.

Soy orante
porque te necesito,
como el “inorgánico”,
a su donante.
Soy orante
porque te preciso,
como los amantes,
del aliento.
Soy orante,
ineficaz en manipularte
con mi palabra impotente.
Con tu Palabra omnipotente
te has habitado en mí,
y me he habituado a ti,
tanto
que cuando me alejo,
hasta mi carne
siente tu vacante.
Sigo orando:
si no lo hago
soy al revés de
o-r-a-r:
r-a-r-o.

Aunque yo sea raro
por no acudir a tu cita,
tú sigues siendo Dios.
Esto es lo que me fascina:
que eres Dios
aunque yo no diga
que eres Dios;
que sigues siendo Dios
aunque yo te diga
adiós.

Amén
se-los-unos-a-los-otros.

6 comentarios:

Johana dijo...

Chino molongo...te leo :)...un abrazo.

Carlos Torres dijo...

A menudo no puedo comentarte porque peor que la ausencia de Internet es la ausencia de palabras y hermano mio, tienes un talento natural para romperme los es-que-mas del cerebro y del corazón.

Esta es sin duda, la mejor descripción de Dios y una muestra clara de lo que es vivir bajo las alas de su plenitud.

An Munoz. dijo...

is too much... :) esto es agua fresca para el corazon, definitivamente!
chinoo.. quiero ir pa NY.! si voy les aviso :)

Alex Rodriguez dijo...

Este quedó mortal... ¿O debería decir, "inmortal"?

Saludos!

A&R

Rouzs dijo...

Solo puedo decir WAW!!!!
Lo que necesitaba leer en este momento!
gracias por dejarte utilizar..!
un abrazo!

David López-Cepero dijo...

Muuuuy bueno, amigo, tanto lo que expresas como la forma en que lo haces.
Saludos