No nos soplaste tu aliento
para parar-acá
eternamente,
ni para aca-parar
externamente.
Salimos de tu seno,
a tu seno volvemos.
En este viaje del Cielo al Cielo
con una breve escala en la Tierra,
enséñanos a no acumular,
a trascender ligeros,
a acoger con alegría
la sencillez de tu Reino
que se extiende en lo pequeño.
Somos turistas de paso efímero.
En tránsito, ¿para qué amontonar?
En tránsito, ¿para qué amontonar?
“Mío”, “yo”.
Mío-yo.
Mi hoyo.
Alma mía, no caves allí.
Alma mía, no cabes allí.
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
Mío-yo.
Mi hoyo.
Alma mía, no caves allí.
Alma mía, no cabes allí.
Amén
se-los-unos-a-los-otros.
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